Tarragona es una ciudad que puede confundir gracias a la enorme oferta de playas que tiene, ya que, lo más destacable de esta ciudad es el importantísimo patrimonio monumental, que posee. De su historia ligada a los romanos, nos ha quedado un gran legado declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Tarragona fue construida alrededor de los monumentos y con la idea de darles uso, por lo que dentro de las murallas podemos encontrarnos con el Forum de la Colonia construido por los romanos como espacio público, para comercio, lugar de encuentro, archivo, política, administración y mercados.
Una iglesia, la Basílica de Santa María del Miracle que se construyó cuando la ciudad fue tomada por los cristianos de nuevo, el Anfiteatro en él se hacían luchas de gladiadores, luchas con animales, animales y hombres y los salvajes martirios a los cristianos.
El Circo construido por el emperador Domiciano, en él se hacían carreras de carros y de cuadrigas, es en la actualidad la plaza de las Fonts, donde se ubica el Ayuntamiento, el antiguo Convento de Santo Domingo y la Diputación.
La catedral de Santa María fue construida sobre un antiguo templo romano dedicado a Júpiter. Después de irse ampliando durante siglos sus estilos fueron variando, pudiendo observase hoy una clara transición del románico al gótico.
En una visita a Tarragona es imprescindible visitar sus castillos, el Castillo de Ferrán del siglo XII y el Castillo de Tamarit también del siglo XII y de estilo románico, del que se conservan un torreón y la nave central, donde se desarrollaba la función religiosa. Hoy día está bajo la protección del Patrimonio Histórico Nacional, pero pertenece al Sr. Deering.
La ciudad ofrece también la posibilidad de ver museos, el Museo de la Romanitat con hallazgos romanos y medievales de incalculable interés histórico o el Museo Nacional Arqueológico que guarda la colección más valiosa de objetos romanos de Cataluña con bronces, cerámicas, esculturas y bustos de piedra. Otros museos muy interesantes son el Museo de Arte Moderno, el Diocesano y el Museo Paleocristiano.
Para visitar Port Aventura hay que tener en cuenta que no es para niños muy pequeños porque la mayoría de atracciones exige una altura mínima. El parque consta de cinco zonas diferenciadas: China Imperial, el Salvaje Oeste, Polinesia, México Azteca y Mediterránea.
Algunos espectáculos de China que he podido ver excelentes y la animación del Oeste divertidísima. Las atracciones son estupendas en general y debes contar con salir remojado si no llevas chubasquero. Para comer dentro dispones de restaurantes temáticos en cada zona y de puestos de comida rápida.
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